Sabrás que hay dos maneras...

Sabrás que hay dos maneras de oración: una tierna, agradable, amorosa y llena de sentimientos; la otra oscura, seca, desolada, tentada y tenebrosa.

La primera es para principiantes, la segunda para los avanzados y los que caminan hacia la perfección.

La primera la da Dios para ganar las almas, la segunda para purificarlas.

Con la primera trata como niños y miserables, con la segunda los comienza tratar como personas fuertes.

(...) 

La segunda no procurando dulzura sensible, para que las personas maduras peleen y batallen contra las propias pasiones para conquistar y alcanzar la perfección, que es empleo propio de personas adultas.

Ten por seguro que la sequedad es el instrumento de tu bien; porque está libre de sensibilidad, lo cual es estorbo que hace detener el vuelo casi a todos los espirituales, y aún los hace volver atrás y dejar la oración, como se ve en muchísimas almas que perseveran solamente mientras gustan el consuelo sensible.

Sabe que el Señor se vale del velo de las sequedades para que no sepamos lo que obra dentro de nosotros(…). Porque si sintiéramos y reconociéramos lo que obra dentro de nuestras almas, entraría la satisfacción y presunción, pensando que hemos hecho alguna cosa buena, y creyendo que estamos muy cerca de Dios, con lo cual nos vendríamos a perder.

(…).

Guía espiritual . Miguel de Molinos 

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