Si te agradan
Si te agradan las almas ámalas en Dios; porque ellas también son inestables, pero en Dios se estabilizan y sin El pasan y perecen. Han de ser pues, amadas en Dios. Arrastra hacia El a cuantas puedas y diles: "A Él y sólo a El debemos amar; Él lo hizo todo y no está lejos. Porque no hizo las cosas para marcharse luego, sino las hizo y están en El. Donde Él está, la Verdad adquiere sabor; Él está muy adentro del corazón, pero el corazón se aparta de Él. Volveos, prevaricadores a vuestro propio corazón (Is 46, 8) y abrazad allí al que os creó. Estad con El y seréis estables; descansad en El y vuestro descanso será verdadero. ¿A dónde vais por fragosos caminos? Lo que amáis, de El procede y no es bueno y suave sino por cuanto a Él se refiere. Pero lo dulce se volverá justamente amargo si se le ama con injusticia, con abandono de aquel que lo creó". San Agustín. Confesiones