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Mostrando entradas de mayo, 2021
Ningún hijo de Adán es capaz de vivir por sus propias fuerzas de este modo; únicamente es posible si el Espíritu Santo llena el corazón del hombre de la eternidad que le es inherente. Sin el Espíritu Santo, no podemos guardar los mandamientos. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  Aquel que quiera penetrar, siquiera parcialmente, en este misterio, debe tomar la cruz sobre sus espaldas y entregarse enteramente a la voluntad del Padre que está en los cielos.No hay otro camino. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  Aquel que quiera penetrar, siquiera parcialmente, en este misterio, debe tomar la cruz sobre sus espaldas y entregarse enteramente a la voluntad del Padre que está en los cielos.No hay otro camino. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  El que no ama a sus enemigos no ha conocido a Dios como debe ser conocido. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  (…) La realidad inquebrantable del Reino de Dios, donde la grandeza infinita está indisolublemente unida a la humildad y a la dulzura, también infinitas. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  La fuerza de los mandamientos evangélicos radica en que nos introducen naturalmente en la infinitud del Ser divino. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  En nuestro esfuerzo por adquirir el amor de Cristo, nos es concedido contemplar la inaccesible sublimidad de la Santidad de Dios y, simultáneamente, su insondable humildad. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  Nosotros no podemos con nuestras propias fuerzas alcanzar la perfección de los mandamientos, pero de nosotros depende el manifestar el mayor celo posible. El resto es Él mismo quien lo realiza. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  Cualquier desviación en el camino de los mandamientos evangélicos aleja del conocimiento en el que está incluida la vida eterna (Jn 12,50; 17,3). La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  Cuando el espíritu del hombre es introducido en la esfera luminosa del Amor de Dios nuestro Padre, entonces todo dolor queda olvidado y el alma, de una manera inexplicable, siente una profunda felicidad. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
Cuando el espíritu del hombre es introducido en la esfera luminosa del amor de dios nuestro padre, entonces todo dolor queda olvidado y el alma, de una manera inexplicable, siente una profunda felicidad. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  El amor de dios y al prójimo, objeto del mandamiento, está unido a profundos sentimientos, pero un consuelo celeste nos acompaña. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
Cada cristiano no es en virtud de sus propias fuerzas como echa la cruz a sus espaldas para ir a Getsemaní y después al Gólgota, “ porque separados de él no podemos hacer nada “ (Jn15,5). Aquellos a quienes ha sido conseguida esta extraordinaria GRACIA han anticipado la resurrección; y a los otros les queda como lote la fe en la misericordia de Dios. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
Cada cristiano repite, en un grado u otro, el camino del Señor. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
La abrumadora percepción de la propia nulidad por una parte, y la contemplación de la grandeza inefable de Aquel a quien buscamos, por otra, hacer imposible un juicio cierto sobre nuestra situación real: ¿nos acercamos a Dios o, por el contrario, nos alejamos de Él? El hombre progresa con más rapidez en la contemplación de la santidad de Dios que en su capacidad de conformar su vida con el mandamiento. De ahí la impresión de que la distancia entre nosotros y Dios no cesa de aumentar. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
Cuanto más fuertemente nos atrae el infinito, más lento nos parece nuestro acercamiento hacia Él. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  El alma no tiene más que una preocupación: no perder a un Dios semejante, dejar de ser indigna de Él. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
  La fe en Dios debe estar libre de toda vacilación. La Oración, experiencia de eternidad.  Archimandrita Sophrony
La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony
Aquellos que, en un ardiente  anhelo de fe, toman sobre sus espaldas la cruz y siguen a Cristo, sufren durante toda su vida. Ellos son confortados por la esperanza de que al salir de este mundo entrarán en la esfera luminosa “ donde Él está “: “el que me sirva, que me siga, y donde yo esté, allí estará también mi servidor. Al que me sirva, el Padre le honrará  “ (Jn 12,26).

Qué difícil

¡Qué difícil es hacer propia la vida divina! Incluso los que aman el advenimiento de Cristo, del Cordero de Dios, no son capaces de contener la plenitud de la gracia derramada sobre ellos. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

Lento...

Lento nos parece el proceso de asimilar la revelación concedida desde lo alto a la humanidad; y esto no solo en el combate ascético de cada uno de nosotros, sino también en la vida de la humanidad en su conjunto. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

Los tormentos

  Los tormentos que padece el alma al orar por la salvación de los hombres llevan consigo una fuerza verificadora y una santa alegría. Como el sol envía sus rayos en todas las direcciones y llena de calor y luz del espacio, así el calor y la luz del amor de Cristo traspasan todas las barreras y arrastran nuestro espíritu al infinito. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

Ser crucificado

  Ser crucificado con Cristo es un don del Espíritu Santo. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

Nos espera

  Nos espera todavía un largo esfuerzo ascético para que el don divino se desarrolle en nosotros. Y cuando este don maravilloso empieza a madurar y, por su bendito perfume, penetra en los poros de nuestro “ cuerpo de pecado “ (Rom 6,6), entonces se aleja de nosotros el miedo a la muerte y nos liberamos de la “ esclavitud “( Heb 2,15) cuyas formas son innumerables. Entonces, en la santa libertad que hemos encontrado, deseamos el bien para todos los hombres. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

Y cuando el llanto...

Y cuando el llanto me agota y me conduce al borde de la muerte y, sin socorro alguno, me encuentro suspendido sobre el abismo de tinieblas, entonces, de modo inexplicable, un suave soplo de amor llega de otro mundo, acompañado por la luz. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

He recibido

He recibido una herencia increíblemente pesada: la caída de Adán, agravada a lo largo de los siglos por sus descendientes; una caída a la cual yo añado yo añado algo cada día. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

Y lloro

Y lloro por verme a mí mismo en este estado. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

Yo he sido...

Yo he sido concebido en el pecado. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

A cada uno...

  A cada uno de nosotros se le ha asignado un cierto “ tiempo propio “; breve, ciertamente, pero suficiente para obtener la salvación. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

El tiempo

  El tiempo es el medio de actualización del designio de Dios sobre la creación. La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony