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Mostrando entradas de abril, 2019

Es un camino

La mística no es un camino reservado a algunas personas particularmente dotadas en el plano religioso, sino una vía que la fe cristiana nos ofrece para que, en todo cuanto hacemos y vivimos, nos sepamos sostenidos por Dios, nos sintamos una sola cosa con Dios y, a partir de esta unidad con Dios, entremos con una nueva actitud en ese mundo, con el fin de remodelarlo. Anselm Grün OSB. La mística: Descubrir el espacio interior

Es muy triste

Es muy triste que algunos contemplativos no busquen apenas nada más que el placer en la contemplación. Esto significa que perderán el tiempo y se agotarán realizando esfuerzos perjudiciales para evitar la aridez, la dificultad y el dolor, como si estas cosas fueran malas. Pierden la paz. Y, al buscar placer en la oración, se hacen casi incapaces de sentir alegría.  Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

No tenemos que buscar

No tenemos que buscar el reposo en ningún placer, porque no fuimos creados para el placer: hemos sido creados para la alegría  espiritual. Y si no conocemos la diferencia entre el placer y la alegría espiritual, es que aún no hemos empezado a vivir.  Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

Guíame, bondadosa Luz

Guíame, bondadosa Luz Guíame, bondadosa Luz, entre tanta tiniebla espesa, ¡ llévame tú! Estoy lejos de casa, es noche oscura y densa, ¡ llévame tú! Guarda mis pasos; no pido ver confines ni horizontes; solo un paso más me basta. Yo antes no era así, jamás pensé en que tú me llevaras. Me encantaba elegir y ver mi camino, pero ahora ¡ llévame tú ! Yo amaba  el resplandor  fascinante de la vida, y aún con temor, el orgullo me sedujo: no recuerdes ese pasado. Si me has librado ahora con tu amor, es que tu Luz me seguirá guiando entre páramos y ciénagas, despeñaderos y torrentes, hasta que la noche huya y con el alba, estalle la sonrisa de los ángeles la que perdí, la que anhelo desde siempre. Beato Cardenal John Henry Newman. Guiame bondadosa luz

Descubrir el espacio interior

Cuando en la mística se habla de la muerte del yo, no hay que pensar que hay que destruir el yo. Más bien, lo que se entiende por la muerte del yo, es la liberación de todas las autovaloraciónes equivocadas y de las ilusiones que nos hemos ido forjando sobre nosotros mismos. Cuando nos abrimos a la vida con sus altos y bajos, con sus éxitos y sus fracasos, entonces desaparece poco a poco la engañosa ilusión de que, mediante la psicología o la espiritualidad, podríamos garantizar el éxito de nuestra existencia. Nuestras ideas de la vida se hace añicos y, de este modo, nuestro yo se abre al misterio de Dios. Una enfermedad puede quitarnos la ilusión de que con una alimentación sana o con una espiritualidad sana podríamos garantizar nuestro buen estado de salud. El fracaso en el matrimonio o en la profesión echa por tierra nuestra ilusión de que es posible conseguirlo todo con sólo rezar suficientemente. Incluso una culpa puede transformarse en beneficiosa, si nos libera de la imaginació

Hasta que un ser humano

Hasta que un ser humano se entrega Dios en el consentimiento de la creencia total, tiene que seguir siendo, inevitablemente, un desconocido para sí mismo, un desterrado de sí mismo, porque está excluido de las profundidades más significativas de su propio ser: las que permanecen oscuras y desconocidas porque son demasiado simples y demasiado profundas para llegar a ellas por medio de la razón.  Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

La obra De Dios

La obra de Dios en nuestra alma exige el sacrificio de todo lo que deseamos y amamos y, en definitiva, de todo cuántos somos. Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

La vida en este mundo

La vida en este mundo está llena de dolor. Pero el dolor que es lo contrario del placer, no es necesariamente lo contrario de la felicidad ni de la alegría; porque la alegría espiritual florece en la plena expansión de la libertad que tiende, sin obstáculos, hasta su objeto supremo, logrando su consumación en la perfecta actividad del amor desinteresado para el que fue creada.  Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

nuestros secretos

Para vencer nuestros apegos secretos, los que no podemos ver porque son causa de nuestra ceguera espiritual, nuestra propia iniciativa es casi siempre inútil. Tenemos que dejar la iniciativa en manos de Dios, que trabaja en nuestras almas, bien directamente en la noche de la sequedad y el sufrimiento, bien a través de los acontecimientos y de otras personas. Aquí es donde muchas almas santas se hunden y se destrozan. En cuanto llegan al punto en que ya no pueden ver el camino y tienen que guiarse por su propia luz, se niegan a seguir avanzando. No confían más que en sí mismas. Su fe es en gran medida una ilusión emocional, arraigada en sus sentimientos, en su naturaleza física, en su temperamento. Es una especie de optimismo natural estimulado por su actividad moral y animado por la aprobación de otras personas. Si otros se oponen a ella, esta clase de fe encuentra un refugio en la autocomplacencia. Pero cuando llega el momento de entrar en la oscuridad, donde estamos desnudos, impot

Si no podemos decidir

Si no podemos decidir nunca que quiere Dios de nosotros, sino que estamos siempre pasando de una opinión a otra, de una práctica a otra, de un método a otro, ello podría ser un indicio de que estamos tratando de librarnos de la voluntad de Dios y hacer la nuestra con la conciencia tranquila.  Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor - CANTO DEL SARMIENTO A LA VID

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Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor 21 de Abril de 2019 CANTO DEL SARMIENTO A LA VID “Vivo yo, ya no yo, Cristo vive en mí” (Gálatas, 2-20) Soy. Sí, pero no yo: Tú me estas siendo. Jesús, Tú, mi más yo; siéndome eres. -¿Cómo amanecen los amaneceres que ahora con mis ojos estás viendo?- -¿Cómo es mi vivir? -¡Lo estás viviendo!- -¿Y tu muerte en cruz? -¡En mí la mueres!- en mí has resucitado y, vivo, adquieres en mí el lugar en que seguir creciendo. ¿En qué de mí, mi vida se hace tuya? ¿A qué hondura de mí te engendra el Padre miembro integrado en tu total sustancia? Tan solo soy de mí, si es Cristo tuyo. Antes de que te amara me has querido. ¡Tú! ¡Mi-tú: ya no soy yo!  ¡Mi siempre infancia! Antonio Pérez – SJ (en sus 90 años, 28 de oct. 1928-2018)

La verdadera contemplación

La verdadera contemplación es el resultado de un amor que trasciende todas las satisfacciones y todas las experiencias para reposar en la noche de una fe pura y desnuda.  Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

La voluntad De Dios

Buscando   que   únicamente   se   haga   la   voluntad   de   Dios,   empieza  a   ver   que   sus   propias   faltas   son   numerosas   como   las   arenas   del mar.   Tal   es   el   origen   de   la   iluminación   del   alma,   y   tal   es   el   signo   de  que   empieza   a   sanarse.   A   partir   de   entonces, simplemente,   el   alma se   siente   quebrantada,   y   el   corazón   humillado,   y   uno   mismo   se  considera   el   último   de   todos. Pedro   Damasceno. Filocalia

El alma

Si el alma no se sabe creada a imagen de Dios y no aprecia su original belleza, no podrá conseguir su unión con Cristo.  Hilda Graef. Historia de la mistica 

El misterio

Dios sigue siendo el misterio sobre el que no podemos disponer, pero halla su gozo en salir de su escondrijo y dejarse contemplar en el espejo de la creación. En la naturaleza, Dios habla en una especie de lenguaje natural, a través de la forma, el color, las características de las cosas. La figura visible es un espejo de la invisible esencia de Dios. En todas las cosas nos es cercano el Dios escondido. Anselm Grün OSB. La mística: Descubrir el espacio interior

La naturaleza

Dios se manifiesta en la naturaleza, pero al mismo tiempo la transciende como el misterio incomprensible. En la naturaleza no sólo experimentamos el misterio de Dios maternal, que nos lleva en sus brazos y que, al igual que la madre, no nos juzga, sino que nos alimenta y nos cuida; vivimos además la experiencia de nosotros mismos de una manera nueva. Sentimos que la vida que bulle en la naturaleza está también en nosotros. Estamos llenos del espíritu de Dios, del amor de Dios, que también en la naturaleza fluye hacia nosotros. La mística cristiana no debe pasar de largo por la naturaleza, porque, como dice Bernardo de Claraval, la naturaleza es el libro en el que le leemos la sabiduría de Dios y en el que nos encontramos con su amor. Anselm Grün OSB. La mística: Descubrir el espacio interior

Mantengámonos tranquilos

Mantengámonos tranquilos y dejemos actuar a Dios. Esto es lo que significa renunciar, no sólo a los placeres y las posesiones, sino incluso a nosotros mismos.  Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

Un pastorcico

Un pastorcico solo está penado, ajeno de placer y contento, y en su pastora puesto el pensamiento, y el pecho del amor muy lastimado. No llora por haberle amor llagado que no le pena verse así afligido, aunque en el corazón está herido; mas llora por pensar que está olvidado. Que sólo de pensar que está olvidado de su bella pastora, con gran pena se deja maltratar en tierra ajena, el pecho del amor muy lastimado. Y dice el Pastorcico: ¡Ay, desdichado de aquel que de mi amor ha hecho ausencia, y no quiere gozar la mi presencia, y el pecho por su amor muy lastimado! Y a cabo de un gran rato se ha encumbrado sobre un árbol do abrió sus brazos bellos, y muerto se ha quedado, asido de ellos, el pecho del amor muy lastimado. San Juan De la Cruz. El pastorcico

Un paseo

No hallarás ningún libro que te enseñe a conocer a fondo la sabiduría divina mejor que un paseo por un verde prado: allí olerás y gustaras la maravillosa energía de Dios. Jakob Böhme. S. XVI

Si hacemos frente

Si hacemos frente con determinación a nuestra cobardía y la reconocemos ante Dios, ciertamente Él tendrá algún día misericordia de nosotros y nos mostrará el camino hacia la libertad en el desprendimiento. Tomás Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

Nicetas Stéthatos

Nicetas Stéthatos abunda en este sentido: «Conócete a ti mismo. Tal es la verdadera humildad, la que enseña a ser humilde interiormente, la que quebranta el corazón». Y Calixto e Ignacio Xanthopouloi escriben: «Feliz el hombre que conoce su  propia  debilidad. Este  conocimiento  es el fundamento, la raíz, el inicio de toda bondad. En efecto, cuando se ha experimentado la propia debilidad, el alma queda protegida de toda posible vanidad, de esa vanidad que oscurece el conocimiento». Y también: «El hombre que ha conseguido conocer su propia debilidad, ha alcanzado la perfección de la humildad». Javier Melloni SJ. Los caminos del corazón: El conocimiento espiritual en la «Filocalia»

Dios lo ofrece todo

Dios lo ofrece todo, pero compete a la libertad humana acoger esta participación del Espíritu en nuestras vidas. De lo contrario, el Espíritu no puede actuar. Javier Melloni SJ. Los caminos del corazón: El conocimiento espiritual en la «Filocalia»

La propia debilidad

«No   hay   nada  mejor  que   conocer  la   propia  debilidad  y   la  propia ignorancia». Pedro Damasceno. Filocalia.

La verdadera alegría

La verdadera alegría se encuentra en querer perfectamente aquello que estamos destinados a querer: en el intenso, ágil y libre movimiento de nuestra voluntad, que se regocija en lo que es bueno, no sólo para nosotros, sino en Sí mismo.  Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

Un profundo silencio

Un profundo silencio lo envolvía todo, y en el preciso momento de la medianoche, tu palabra omnipotente bajó de los cielos, de tu trono real, cuál invencible Guerrero, y se lanzó en medio de la tierra. Libro de la Sabiduría 18,14ss

la mística

La mística no es algo ajeno al mundo, sino el camino para vivir la vida de cada día en libertad y en sereno abandono interior y para hacer que los conflictos y desengaños diarios nos abran más y más a Dios y al fundamento de nuestra alma.  Entonces, lo que piensen otros de mí ya no es tan importante. Vivo desde mis cimientos vivo en armonía con mi más íntima esencia, aun cuando no lo entiendan todos cuanto me rodean: "Una persona serena no tiene que estar continuamente pendiente de qué cosas necesita; debe mirar de qué cosas puede prescindir"(Heinrich Seuse). Anselm Grün OSB.  La mística 

historia de la mística

Algunas drogas como la mescalina parecen que son capaces de llevar a experiencias místicas de una manera mucho más fácil y excitante. Pero la mística cristiana auténtica supone un largo periodo de esfuerzo ascético y moral antes de alcanzar el fin de la unión con la unidad, con el Absoluto. Sólo la enseñanza de Cristo ha puesto el más fuerte acento sobre el amor mutuo, y de hecho esto es mucho más difícil, aunque menos espectacular, que todo otro tipo de prácticas o drogas.  Cristo  no nos pide que alcancemos un estado en el que ya no percibamos ninguna diferencia entre nosotros y todo lo demás que existe. Este estado es inconcebible para un cristiano. Cristo nos pide mucho más: que reconozcamos plenamente la existencia distinta de nuestros prójimos, con todos sus defectos, hasta con su hostilidad hacia nosotros, y que los amemos como lo s ama el mismo Dios. Pero es imposible guardar este mandamiento sin la ayuda divina:  " yo rogaré al Padre, dijo Cristo a sus discípulos, y

El tercer cielo

Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el  tercer cielo . Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar. 2 Corintios 12:2-4

Pacientes y fieles

Si son pacientes y fieles (y la oración  les enseñará a serlo), la oración los conducirá a reinos de silencio cada vez más profundos. Es en el silencio que somos conducidos al misterio del silencio eterno de Dios. Esto es lo que nos dice San Pablo en una de sus cartas, escrita a los Efesios, cuando les cuenta -a personas que no son diferentes de nosotros- cuál es la promesa de la vida cristiana. “Vino a anunciar la paz; paz a ustedes que estaban lejos y paz a os que estaban cerca. Pues por Él unos y otros tenemos libre acceso al Padre en un mismo Espíritu “ De eso se trata la oración: acceso al Padre en el Espíritu único, el Espíritu que habita en vuestro corazón y en mi corazón, el Espíritu que es el Espíritu  de Dios. La oración cristiana es simplemente apertura a ese Espíritu,  en lo profundo de nuestro ser, en total sim­plicidad, en total humildad, en total amor. John Main OSB. Silencio y quietud

El alma

Y así, entonces el alma también se ha de andar solo con la advertencia amorosa a Dios, sin especificar actos, pasivamente, sin hacer de suyo diligencias, con la advertencia amorosa, simple y sencilla, como quien abre los ojos con advertencia de amor. San Juan de la Cruz. Llama de amor viva