Alguna motivación
Cuando comienzan a orar tienen que tener alguna motivación. Tienen que tener un objetivo que les permita continuar, un empujón para comenzar el camino. No hay mejor incentivo que el alcanzar este estado de armonía interior y exterior. La paz es un objetivo noble y al mismo tiempo unificador. En muchas de las Sagradas Escrituras, tanto dentro de las tradiciones orientales como de las occidentales, esta meta es descripta como un estado de bendición, de gloria, de salvación o simplemente de vida. La sensación es estar plena y humanamente vivos. Entonces, si necesitan una motivación para orar, ésa debería ser la mejor de las motivaciones. Pero una vez que comienzan a orar regular y diariamente, comenzarán a darse cuenta de que la oración opera por su propia dinámica. Una vez que hayan comenzado a orar, se darán cuenta de que cada vez tienen menos demandas y que ya no buscan recompensas. Oramos simplemente porque ésta es la forma más clara que hemos encontrado para alcanzar la se