El camino es simple

El camino es simple. Requiere cierta conciencia de su importancia, una dosis de humildad para comenzar y una cierta fidelidad y coraje para perseverar; la voluntad, sobre todo, de dejarnos conducir a la plenitud. Todas éstas son cualidades humanas esenciales y son las condiciones necesarias para cualquier contacto fructífero con la vida. El camino es un camino común. No oramos para hacer de la vida algo sensacionalista, sino para percibir la vida en todos sus aspectos como lo que es: un gran misterio. Nuestro  mayor peligro y nuestra mayor tentación es complicarla. Pero si estamos verdaderamente  en el camino, si la pobreza de la oración es el centro de nuestras vidas­, seremos cada vez más simples. Veremos cada vez más profundamente la simplicidad de la llamada de Jesús a cada uno de nosotros, animán­donos a dejar todo de lado para seguirlo a la infinita libertad de su unión con el Padre.
John Main OSB. Silencio y quietud

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