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Mostrando entradas de octubre, 2022
Si yo me identifico totalmente con una tarea, si hago que mi propio sentimiento de valor dependa de si puedo cumplirla o no, entonces seré finalmente incapaz de superar esa situación. Tal fijación me bloquea. No soy libre para empeñarme en esa tarea, porque debo de hacerlo necesariamente bien. El miedo de que pueda fallar me impide cumplir debidamente. Morir significa dejar de identificarme con mi tarea. Solo así soy libre para realizarla bien, ya que entonces no depende todo de cómo la realizo. Morir al mundo, esto es, imaginarme que estoy en la tumba, expresa lo que la psicología transpersonal llama hoy " desidentificación ". Yo miro a mis pensamientos y sentimientos, pero no me identifico con ellos. Miro a la tarea que tengo que realizar, pero no me identifico con ella. Tengo la tarea, pero no soy esa tarea. Tengo ira, pero no soy mi ira. Anselm Grun OSB. La sabiduría de los padres del desierto
Carl G. Jung dice que, en nosotros, hay siempre dos polos: miedo y confianza, amor y agresión, tristeza y gozo, fuerza y debilidad. Pero que, con frecuencia, estamos fijados en uno solo, por ejemplo, el del miedo. El miedo se manifiesta entonces en pensamientos tales como: " No puedo, tengo miedo, que piensan los otros de mí, me culpo a mí mismo ". Yo puedo preguntar a este miedo qué es lo que quieres decirme. Pero también puedo dirigirme a él con el salmo 118: " el Señor está conmigo, nada temo. ¿Qué podrá hacerme el hombre? ". Éste versículo del salmo no acabará con el miedo, pero podrá ponerme en contacto con la confianza que también hay oculta en mí. Porque en mi no hay solo miedo, hay también confianza. Las palabras de la Escritura me ponen en contacto con lo que está ya en mí, y a través de ello, puedo hacer consciente, y crecer, mi confianza. Esto relativiza el miedo. Este método sale al paso de los pensamientos para que no se asienten en mi ni me determinen
El abad Pablo de Galacia dice de sí y de su ejercicio diario: " yo tengo siempre en mente estas tres cosas: callar, ser humilde de espíritu y repetirme a mí mismo: yo no tengo ninguna preocupación". Aquí encontramos de nuevo el silencio que nos aconsejan los monjes, y la humildad como fundamento de nuestro ser religioso. Anselm Grun. La sabiduría de los padres del desierto  
Evagrio dice en una carta que el intelecto ha de conocer primero las engañosas tramas de los demonios. Y que esto es condición previa para el conocimiento de Cristo, para la contemplación. Anselm Grun. La sabiduría de los padres del desierto  
Se dice del anciano padre Juan que, al regresar del trabajo de la recolección o de estar con los ancianos, se tomaba tiempo primero para orar, meditar el canto de los salmos, hasta que su pensamiento volvía de nuevo al orden anterior. Juan dejaba curso libre a las emociones que habían surgido de la conversación con los hermanos, y se tomaba tiempo, primero, para la oración, para poder esclarecer las emociones. Si nosotros venimos a casa con las emociones no controladas y las atiborramos de actividad de cualquier tipo que sea, entonces se asentarán en el subconsciente y desde ahí causaran en nosotros una difusa insatisfacción. Hay que poner en orden la vida exterior, y lo mismo hay que hacer con los pensamientos. Los pensamientos desordenados, así dicen los primeros padres, trastornan al monje y le entregan a sus pasiones. Quien deja curso libre a sus pensamientos y sentimientos sin ocuparse de ellos, será infectado por ellos interiormente. Sin darse cuenta, se verá dirigido por impulso
Hemos de examinar atentamente que clases de pensamientos quieren entrar en nuestra casa. A los de los demonios que nos ponen enfermos, que nos impiden vivir y que nos cierren a Dios, no los hemos de dejar entrar, sino echarlos con alguna frase de la sagrada escritura. Y si se hallan ya en nuestra casa, hemos de arrojarlos de ella también con la ayuda de palabras de la escritura. Anselm Grun. La sabiduría de los padres del desierto  
En su regla, San Benito aconseja los monjes que tengan todos los días ante sus ojos la muerte. Así, recoge lo que se dice numerosas historias de monjes. Los monjes viven siempre conscientes de su muerte, lo que se deshace interiormente más vivos y presentes. El pensamiento de la muerte les libera del miedo. Así, un monje joven pregunto a un anciano: " ¿porque me entra miedo cuando voy solo de noche? ". El anciano le respondió: " porque este mundo tiene todavía valor para ti ". El pensamiento de la muerte nos quita el miedo, porque dejamos de depender del mundo, de nuestra salud y nuestra vida; nos hace posible vivir conscientemente cada momento, sentir que la vida es un don y disfrutar diariamente de ese don. Anselm Grun OSB. La sabiduría de los padres del desierto
Se cuenta de los abades Teodoro y Lucio, ambos de Innatu, que durante 50 años se burlaron de sus pensamientos diciéndose a si mismos: " después de este invierno, nos vamos de aquí ". Luego venía el verano y se decían: " pasado este verano nos marchamos ". Y de este modo se vencieron todo el tiempo estos padres inolvidables (Apo, 298). Muchos sienten miedo de pensar que han de vivir siempre en el mismo lugar, enseñar siempre en la misma escuela, estar vinculados para siempre a la misma familia. Entonces puede ayudar el decir si a mi situación. Pero un si absoluto tensa a veces demasiado y acentúa el miedo de si seré o no capaz de ello. Entonces podríamos, como esos padres antiguos de Ennatu, contentarnos con decir si solo para el día de hoy. Hoy decimos sí. Mañana podríamos tal vez estar en otra parte. Si no lo queremos todo de una vez, sino que pedimos constantemente fuerza a Dios solo para un día, nuestra vida tendrá más éxito. Los otros pensamientos no hay qué ne
Cristo es para nosotros un modelo en la lucha. Al ser tentado por el demonio, se sirvió de palabras de la escritura contra ellos: " el mismo Señor nuestro Jesucristo, que lo ha dado todo para salvarnos, nos ha concedido caminar sobre serpientes y escorpiones y sobre cualquier poder del mal. Y juntamente con todo su amor, nos ha transmitido lo que él mismo hizo al ser tentado por Satanás, para que en tiempo de la batalla, cuando los demonios luchen contra nosotros y lance contra nosotros sus dardos, nos opongamos a ellos por medio de la Sagradas Escrituras, a fin de que no prevalezcan en nosotros los malos pensamientos, y el alma no sea sometida por medio de verdaderos pecados, que la manchen y la dejen hundirse en la muerte del pecado… Porque cuando el alma no tiene el apropiado pensamiento que le ayude a responder al mal sin trabajo y rápidamente, el pecado tiene poder sobre nosotros. Anselm Grun. La sabiduría de los padres del desierto  
Porque aguarda al Señor, el monje se hace libre de cuidados terrenos, de juicios y de espectativas de los hombres. La alegre naturalidad, la libertad, la confianza y la apertura a cada instante, marcan al monje que espera con ansia al Señor. Anselm Grun OSB. La sabiduría de los padres del desierto  
Extracto de John Main, "Being Present Now", de “PUERTA AL SILENCIO”: Newsletter de Meditación Cristiana (Londres: Canterbury Press, 2008), pp. 82-83. Si estamos verdaderamente atentos a pronunciar el mantra, no podremos imaginar a Dios. No podremos construir ninguna idea de Dios. En el contexto de esta pura atención, la fe pura, aprendemos que todas las imágenes, ideas, recuerdos y palabras no pueden abarcar la realidad a la que estamos prestando atención. Son irreales. Son ilusiones. Por ello, en la meditación nos damos cuenta de que Dios no es un recuerdo ausente o un sueño abstracto. Dios es. En la simplicidad y la fidelidad de la práctica del silencio, Dios es conocido no como una entidad que pensamos, imaginamos, expresamos o analizamos, sino como toda la realidad en sí. Avanzar al encuentro de Dios a través de la pura atención significa conocer y ser conocido por Dios. Saber es amar. Ser amado es ser conocido. Ser amado por Dios es amar a Dios. Necesitamos despojarnos d
El diablo no es tonto. Puede hacer sentir a los hombres el cielo de la misma manera como deberían sentir el infierno. Puede hacerles temer la gracia como temen el pecado. Lo hace no a la luz, sino en la oscuridad; no con realidades, sino con sombras; no con claridad y sustancia, sino con sueños y engendros de psicosis. Los hombres son tan pobres de entendimiento que unas pocas cosquillas en su espina dorsal bastan para alejarlos de la verdad. Tomás Merton. La montaña de los siete círculos  
La tristeza es buena porque pertenece en esencia a la madurez del hombre, como trabajo, como elaboración de experiencia de pérdida. La melancolía , en cambio, como compasión de uno mismo , resulta infructuosa. Cuando no puede satisfacer sus deseos, el hombre se refugia en la autocompasión. En el fondo, en la melancolía se ocultan con frecuencia deseo inmoderados. Porque no soy el mayor, dejo de luchar y me refugio en la melancolía. El triste puede llorar, sus lágrimas pueden ablandar el alma endurecida y hacer la fructificar. Las lágrimas del que está triste pueden convertirse en lágrimas de alegría. La melancolía no puede llorar. Es deplorable, se baña a sí misma en la autocompasión. Para Evagrio la melancolía consiste principalmente en depender infructuosamente del pasado. Uno se imagina sentimientos que tuvo anteriormente en casa, con los padres, la protección, el vivir sin preocupaciones, etc. Por más bueno que sea a veces ocuparse del pasado para mejorarlo y experimentarlo
El demonio de la soberbia es causa de la peor caída de una persona. El lleva al monje a no buscar en Dios la causa de su obrar virtuoso, sino en sí mismo. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto.  
Los monjes pusieron en práctica lo que Jesús pide el Sermón de la montaña: " no juzguéis y no seréis juzgados " (Mc 7,1). El no juzgar procede de encontrarse a uno mismo. Quien se ha encontrado a sí mismo piensa en sus propias faltas, reconoce sus lados oscuros, sabe que también él tiene lo que condena en los demás. Cuando otro peca, él no se escandaliza, sino que recuerda sus propios pecados. Dicen los psicólogos que, al regañar a otros, revelamos lo que hay en nosotros mismos; proyectamos sobre los demás nuestro propio lado oscuro, nuestros deseos instintos reprimidos, y, en vez de poner delante de nuestros ojos nuestra propia realidad, les increpamos a ellos. Los monjes nos aconsejan que dejemos este mecanismo de proyección y que procuremos callar. El silencio es para ellos una ayuda contra esta proyección y para ver, en el comportamiento de los demás, un espejo de nosotros mismos. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto  
Y todavía -aunque no pensé en ello y era incapaz de hacerlo, ya que no sabía que era la misa, varias veces en la mañana- bajo aquellos altos arcos, en el altar elegido sobre la reliquias del mártir, se celebraba aquella inmolación tremenda, secreta y evidente, tan secreta que nunca será enteramente comprendida por ningún entendimiento y, con todo, tan evidente que su misma evidencia en nos ciega con el exceso de la claridad: el incruento Sacrificio de Dios bajo las especies del pan y el vino. Thomas Merton. La montaña de los siete círculos  
En nuestra alma podemos encontrar una riqueza inmensa: a Dios y todas las posibilidades que Él nos ha dado. Solo orientándolos hacia esa riqueza interior, nuestro apetito de los bienes exteriores no será sin medida. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto.  
Evagrio cuenta con que gran parte de nuestro camino espiritual consiste en prestar atención a las pasiones en nuestro corazón, conocerlas y tratarlas adecuadamente. La finalidad de ese trato es la apatheia, un estado de paz y de tranquilidad interior. En la apatheia no combaten ya las pasiones unas contra otras, sino que se ponen de acuerdo. A la apatheia se la denomina también "la salud del alma ". Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto  
El silencio es, en primer lugar, el arte de estar uno completamente presente, de meterse sin prejuicios en la realidad. Cuando constantemente nos pasa por la cabeza cualquier pensamiento, esto nos impide estar presentes. Nos encontramos en otra parte. El estar presentes es la condición para poder encontrarse uno con el Dios presente. Y el objetivo del silencio es unirnos con Dios, estar abiertos a Dios para que Él llene nuestros pensamientos y sentimientos, para tener experiencia de Él en el fondo de nuestro corazón, para vivirle como la fuente de nuestro interior, fuente inagotable porque es divina. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto.
La acedía es la incapacidad de vivir el momento presente. Uno no tiene ganas ni de trabajar ni de hacer oración. No puede ni siquiera gozar del no hacer nada. Siempre está en otra parte con sus pensamientos. La insatisfacción interior, la incapacidad de disfrutar el momento presente desgarra interiormente a la persona. La acedía es la expresión de la huida de la realidad. El hombre no quiere poner ante sus ojos su propio ser. Por eso tiene que estar constantemente en otra parte con sus pensamientos, hacer otra cosa. Pero será incapaz de hacer nada, dedicarse realmente a algo o a otra persona. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto
Si estamos unidos a Dios por la contemplación, nos resultará indiferente lo que piensen los demás de nosotros, pues no nos definiremos por su reconocimiento o aprobación, sino que habremos encontrado nuestro fundamento en Dios. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto.
El hombre espiritual es aquel que " ya coma, ya beba o cualquier otra cosa, lo hace todo para gloria de Dios " (1 Corintios 10,31). Eso no significa que se limite a percibir en su mente una abstracta intención de dar Gloria a Dios. Significa que en todas sus acciones es libre de superficial automatismo de la rutina convencional. Significa que en todo lo que hace actúa libremente, con sencillez y espontaneidad, desde lo más hondo de su corazón, movido por el amor. Thomas Merton. Semillas de contemplación
Vienes a nosotros desde otro mundo. Desde más allá de las estrellas. Vacío, trascendente, puro, de belleza inimaginable, trayendo contigo la esencia del amor. Transformas a todo aquel tocado por ti. Preocupaciones mundanas, problemas y lamentos desaparecen ante ti, trayendo regocijo al gobernante y al gobernado al campesino y al rey. Nos desconciertas con tu gracia. Todas las maldades se transforman en bondades. Eres el Alquimista Maestro. Enciendes la llama del amor en la tierra y el cielo, en el alma y corazón de cada ser. A través de tu amor se funde la no-existencia y la existencia. Los opuestos se unen. Todo lo profano vuelve a ser sagrado. Rumí. La alquimia del amor
Quién es verdaderamente humilde no puede desesperarse, porque la persona humilde ya no se compadece de sí misma. Thomas Merton. Semillas de contemplación
La mística de la naturaleza no consiste en extasiarse ante hermosas vivencias naturales. Más bien es un desafío a tratar de manera distinta a la naturaleza. Si siento una profunda relación interior con la naturaleza, no puedo explotarla , sino que la trataré con respeto. Entonces me comportaré con ella con cuidado y atención. La mística lleva siempre a un comportamiento político. Y a la inversa: nuestro compromiso con la perseveración de la creación tiene necesidad de dimensión mística; de lo contrario, se convierte en un moralismo que lo único que hace es inyectar en todos los sentido de culpa, pero que, en último término, no transforma nuestra relación con la naturaleza. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto  
Desde el siglo cuarto, la oración de Jesús es la preferida : al inspirar, digo en silencio: "señor Jesucristo"; y al expirar," hijo de Dios, ten compasión de mí". En ese momento me imagino como Jesús me conduce al espacio interior del silencio, al espacio en el que Dios mismo habita en mí. Es el espacio que puedo calificar también de "Reino de Dios". El Reino de Dios está dentro de nosotros, dice Jesús (LC 17,21). Lutero lo traduce como "el Reino de Dios es interior". Lutero imagina el interior de una casa. Dentro de sus paredes está el Reino de Dios, en la parte de dentro del alma. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto
Allí donde Dios reina de mí, allí donde Cristo habita en mí, hay un espacio de amor y de misericordia. El amor, en este caso, no es un sentimiento que tenga que provocar dentro de mí. No es un sentimiento sino una cualidad del ser. El espacio está lleno del espíritu de Jesús, que es amor, amor divino, una energía, una dimensión del ser, más allá de todo sentimiento. No tengo, pues, que esforzarme por suscitar en mi sentimientos; más bien, la palabra, en la que se mueve el espíritu de Jesús, quiere conducirme al misterio sin palabras del silencio dentro de mí. Pero este espacio sin palabras no estás simplemente vacío, sino lleno de la cualidad del amor, del amor de Dios, que no es primariamente un sentimiento, sino una energía que me transforma, que genera una atmósfera de calor y misericordia. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto  
Donde Dios, el misterio, habita en mí, estoy en casa. El sentimiento de hogar únicamente nace allí donde habita el misterio. En el espacio más íntimo de mi alma, llevo a mi mismo y, a la vez, adiós. Allí me siento en mi propia casa. Allí está mi hogar. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto  
En muchos dichos de los monjes se nota una profunda nostalgia de la muerte. Pero esta nostalgia o deseo de morir para estar con el Señor les da " una alegría sorprendente, de tal modo que a uno se le pregunto: " ¿cómo es que nunca estás deprimido? ". Y el contestó: " porque cada día espero la muerte". Otro dijo: "El que tiene siempre ante sus ojos la muerte, supera fácilmente la depresión y las estrecheces del alma". Así, el ejercicio de ponerse cada día ante los ojos la muerte es expresión del deseo de " estar con el Señor en el paraíso". Anselm Grun OSB. La sabiduría de los padres del desierto  
En muchos dichos de los monjes se nota una profunda nostalgia de la muerte. Pero esta nostalgia o deseo de morir para estar con el Señor les da " una alegría sorprendente, de tal modo que a uno se le pregunto: " ¿cómo es que nunca estás deprimido? ". Y el contestó: " porque cada día espero la muerte". Otro dijo: "El que tiene siempre ante sus ojos la muerte, supera fácilmente la depresión y las estrecheces del alma". Así, el ejercicio de ponerse cada día ante los ojos la muerte es expresión del deseo de " estar con el Señor en el paraíso". Anselm Grun OSB. La sabiduría de los padres del desierto  
Al sentirme de manera maravillosa una sola cosa con la naturaleza y, de ese modo, en armonía conmigo mismo, barrunto también una profunda unión con Dios como el fundamento del ser. Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto 
Lo que necesitamos para orar es una taza de ciencia , un tonel de amor y un océano de paciencia . San Francisco de Sales