Vienes a nosotros desde otro mundo. Desde más allá de las estrellas. Vacío, trascendente, puro, de belleza inimaginable, trayendo contigo la esencia del amor. Transformas a todo aquel tocado por ti. Preocupaciones mundanas, problemas y lamentos desaparecen ante ti, trayendo regocijo al gobernante y al gobernado al campesino y al rey. Nos desconciertas con tu gracia. Todas las maldades se transforman en bondades. Eres el Alquimista Maestro. Enciendes la llama del amor en la tierra y el cielo, en el alma y corazón de cada ser. A través de tu amor se funde la no-existencia y la existencia. Los opuestos se unen. Todo lo profano vuelve a ser sagrado. Rumí. La alquimia del amor

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