En solitario

Al presentarme en solitario ante Dios y salir a su encuentro, el camino que elija no es ni puede ser ya más que mi propio y personal camino. Ahí se trata en exclusiva de mi persona, de si yo me presento con honestidad ante ese Dios y trato realmente de descubrir lo que Él quiere de mí.

Ninguna otra persona puede hacer eso por mí.


Anselm Grun OSB. El misterio más allá de todos los caminos


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