Hasta que un ser humano

Hasta que un ser humano se entrega Dios en el consentimiento de la creencia total, tiene que seguir siendo, inevitablemente, un desconocido para sí mismo, un desterrado de sí mismo, porque está excluido de las profundidades más significativas de su propio ser: las que permanecen oscuras y desconocidas porque son demasiado simples y demasiado profundas para llegar a ellas por medio de la razón. 

Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

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