No creas cuando tienes sequedad

No creas cuando tienes sequedad y oscuridad en la presencia de Dios que no haces nada, que pierdes el tiempo y que estás inactivo, porque esta inactividad del alma, según dice San Bernardo, es el negocio de los negocios de Dios.

Ni se ha de decir que el alma está inactiva, porque aunque no obra activa, obra en ella el Espíritu Santo. Además, no está sin ninguna actividad, porque obra, aunque espiritual, sencilla e íntimamente. Porque estar atenta a Dios, llegarse a él, seguir sus inspiraciones internas, recibir sus influencias divinas, adorarle en su centro íntimo, venerarle con afecto piadoso de la voluntad, arrojar tantas y tan fantásticas imaginaciones que ocurre en el tiempo de la oración, y vencer con la suavidad y el desprecio tantas tentaciones, todos son actos verdaderos, aunque sencillos y totalmente espirituales y casi imperceptibles, por la tranquilidad grande con que el alma los produce.

Miguel de Molinos. Guía espiritual

Comentarios

Entradas populares de este blog

La alegría