Un grupo de cristianos

Un grupo de cristianos que se reúne para orar, para orar y para adorar no constituye una mera reunión social. Es un grupo consciente de su fuerza: una fuerza que surge de la realidad trascendente de la presencia del Señor Jesús en medio de ellos. El propósito de su encuentro es, antes que nada, estar atentos a la realidad de esta presencia, profundizar su receptividad silenciosa, hacer de ella (o que ya es) la suprema realidad de sus vidas. Entonces, cada miembro del grupo está centrado en el otro, apartado de sí mismo o de sí misma, volcado hacia el Señor vivo. De esta manera, el grupo se transforma verdaderamente en una comunidad como la descripta al final del segundo capítulo de los Hechos de los Apóstoles:
El temor se apoderaba de todos, pues los apóstoles realizaban muchos prodigios y señales. [...)  Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común.
John Main OSB. Silencio y quietud

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