La experiencia de la oración

La gente se pregunta a menudo cómo será la experiencia de la oración. En el fondo se preguntan qué es lo ocurre. En el silencio: paz. En el silencio: presencia. Y silencio más profundo. El camino hacia ese silencio necesita de nuestra paciencia, de nuestra fidelidad. Es necesario que, dentro de nuestra tradición cristiana, aprendamos a repetir el mantra. Como dijo Juan Casiano, el mantra contiene todo lo que la mente humana  puede expresar y todo lo que el corazón humano puede sentir. Esa pequeña palabra conlleva y nos conduce al interior del silencio, el silencio de energía creativa. No debemos preocuparnos por el tiempo que nos lleve. "Para el Señor mil años son como un día".  Lo único que importa es que estamos en el camino y el camino es la simplicidad de nuestra oración diaria, cada mañana y cada tarde el camino está explicado en las palabras de San Pablo a los romanos:
Los exhorto pues, hermanos,  por la misericordia de Dios, a que ofrezcan sus cuerpos como una víctima viva, santa, agradable a Dios: tal será vuestro  culto espiritual. Y no se acomoden al mundo presente, más bien transfórmense mediante la renovación de vuestra mente,  de forma  que  puedan  distinguir  cuál es la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable, lo perfecto.
John Main OSB. Silencio y quietud

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