Cuando...

Cuando  alguna  adversidad  se  nos  ofrece,  muy  presto  nos  desalentamos  y  nos volvemos a las consolaciones humanas. Si nos esforzásemos más a pelear como fuertes personas, veríamos sin duda la ayuda del Señor que viene desde el Cielo sobre nosotros. Porque dispuesto está a socorrer a los que pelean y esperan en su gracia, y nos procura ocasiones de pelear para que alcancemos victoria. Si solamente en las observancias de fuera ponemos el aprovechamiento de la vida religiosa, presto se nos acabara la devoción. Más pongamos la seguridad en la raíz, porque, libres de las pasiones, poseamos pacíficas nuestras almas.

Thomas Kempis. De la imitación de Cristo o menosprecio del mundo

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