La perfección no es para quienes viven sólo para sí mismos y se ocupan únicamente del embellecimiento de sus almas. La santidad cristiana no es meramente un asunto de recogimiento y oración interior. La santidad es amor: el amor a Dios por encima de todos los demás seres, y el amor a nuestros hermanos en Dios. El amor exige, en último término, el completo olvido de nosotros mismos. Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación  

Comentarios

Entradas populares de este blog

La alegría