Si nuestra voluntad sigue a la voluntad de Dios, alcanzará el mismo fin, reposará en la misma paz y estará llena de Su misma felicidad infinita. Por eso la definición más sencilla de libertad es: "la facultad de hacer la voluntad de Dios". Tener la capacidad de resistirse a su voluntad es no ser libre. En el pecado no hay verdadera libertad. Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

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