Esta Alma no halla consuelo, afecto ni esperanza en criatura por Dios creada, ni en el cielo ni en la tierra, sino solo en la bondad de Dios. Un alma así no mendiga, no pide nada a criatura. Es el fénix que se halla solo; pues esta Alma se halla sola en Amor, que solo de él se sacia. El espejo de las almas simples. Margarita Porete

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