Cuanto te has adentrado en Dios, tanto estás en paz, y cuanto [te hallas] apartado de Dios, tanto estás apartado de la paz. Si algo se encuentra únicamente en Dios, entonces tiene paz. Cuanto en Dios, tanto en paz. Cuánto estás adentrado en Dios o también si no es así, conócelo por lo siguiente: si tienes paz o desasosiego. Pues, ahí donde tienes desasosiego has de tenerlo necesariamente, porque el desasosiego proviene de la criatura y no de Dios. Tampoco hay nada en Dios que sea temible; todo cuanto hay en Dios sólo es digno de ser amado. Tratados y sermones. Maestro Eckhart

Comentarios

Entradas populares de este blog

La alegría