(...) Los mandamientos de amar a Dios y al prójimo no los podemos cumplir si no nos “ despojamos del hombre viejo “ y nos “ revestimos del hombre nuevo “ (Col 3,9-10; Ef 4,24), Cristo descendido del cielo hasta nosotros (1 Cor 15,47).

La Oración, experiencia de eternidad. Archimandrita Sophrony

Comentarios

Entradas populares de este blog

La alegría