Seguimos atados

Seguimos atados a inercias que nos frenan. En esta Pascua colectiva que estamos pasando nos resistimos a quedarnos sin imágenes de Dios. Tenemos la tentación de retener las antiguas y ello nos priva de un Dios mayor. La resurrección de Jesús nos introduce en un dinamismo que apenas ha comenzado. El nuevo estado de existencia que inaugura no puede agarrarse entre las manos, ni con los sentidos, ni con la mente, ni con las palabras, ni con los conceptos. Podemos indicarlo en lontananza, y para ellos disponemos de los dogmas, que no son fórmulas estáticas en las que pudiéramos encerrar a Dios, sino señales en el camino que indican una dirección a seguir para aventurarnos en un Misterio siempre mayor. Toda palabra o formulación sobre Dios es sólo un balbuceo, un comienzo, nunca un  acabamiento que a Él lo pudiera contener y a nosotros detener.

Javier Melloni SJ. El Cristo Interior


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