No te ocupes

No te ocupes en cosas ajenas ni te entremetas en las causas de los mayores. Mira siempre primero por ti, y amonéstate a ti mismo más especialmente que a todos cuantos quieres bien. Si no eres favorecido de los hombres, no te entristezcas por eso, sino aflígete de que no te portas con el cuidado y circunspección que convienen a un siervo de Dios y a un devoto religioso. Muy útil y seguro es que el hombre no tenga en esta vida muchas consolaciones, mayormente según la carne. Pero  de  no  tener  o  gustar  rara  vez  las  cosas  divinas,  nosotros  tenemos  la  culpa;  porque  no buscamos la compunción, ni desechamos del todo lo vano y exterior.

Thomas Kempis. De la imitación de Cristo o menosprecio del mundo

Comentarios

Entradas populares de este blog

La alegría