En nuestra sociedad

En nuestra sociedad se nos brindan todo tipo de recursos para crecer a nivel intelectual. Pero para ahondar en nuestro ser espiritual hay más bien pocos. Descubrir y familiarizarnos con nuestro espíritu, el centro de nuestra identidad personal, significa empezar a vivir desde la energía de ese centro. Al aprender a estar enraizados en nosotros mismos, ya no somos arrastrados por cualquier viento que sopla en la superficie. El crecimiento necesita que haya una siembra y un arraigo, y también requiere un cultivo. La meditación, gracias a su carácter eminentemente práctico, nos lleva cada día a cuidar la vida de nuestro espíritu, a retornar a lo radical de nuestro centro.

John Main. Una palabra hecha camino

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