Doblo mis rodillas

Doblo mis rodillas ante el Padre, de quien procede toda familia en los cielos y en la tierra, para que, conforme a la riqueza de Su gloria, os robustezca con la fuerza de su espíritu, de modo que crezcáis interiormente. Que Cristo habite por la fe en vuestros corazones; que viváis arraigados y fundamentados en el amor. Así podréis comprender, junto con todos los creyentes, cuál es la verdadera anchura, la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo; un amor que supera todo conocimiento y que os llena de la plenitud misma de Dios. Ef 3,14-19.
San Agustín. Confesiones

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