Por la encarnación del verbo de Dios en el hombre Jesús, toda la creación se ha visto afectada. Ahora ya no hay nada profano. Todo está lleno de Dios y del amor de Dios. En el corazón de la materia se conoce el corazón de Dios, que se manifiesta también en el corazón de Jesús y que, en la Cruz, está abierto para todos nosotros. De él brota el amor encarnado de Dios sobre todo el cosmos. Anselm Grün OSB. La mística: Descubrir el espacio interior (sobre Teilhard de Chardin)

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