Cuanto más
Cuanto más se pertenece a la Verdad, mayor es la autodespertenencia. Tal autodespertenencia es la santidad, el progresivo vaciamiento sí que permite ser habitado por la diafanía de lo Real. Porque Dios, el Ser cuya esencia es darse, es percibido en la medida en que uno se va dando en Su darse. Ese es mutuo entregarse engendra co-nacimiento, revelación. Este conocimiento en el que se co-nace requiere un trabajo continuo de transparentacion para que pueda ser, no solo recibido, si no también interpretado y aplicado correctamente en la realidad ordinaria. La conversión del corazón, la disposición a acoger, a recibir, a dejarse interpelar y transformar son esenciales para poder reconocer la revelación. La santidad es su garantía porque elimina los intereses egoicos que distorsionan su contenido.
Javier Melloni. Vislumbres de lo real
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