Conviértanse

Conviértanse pues a ti; que te busquen, pues tú, el creador, no abandonas jamás a tus criaturas como ellas te abandonan a ti. Entiendan que tú estás en ellos; que estás en lo hondo de los corazones de los que te confiesan y se arrojan en ti de cabeza; de los que lloran en tu seno tras de sus pasos difíciles. Tú enjugas con blandura sus lágrimas, para que lloren todavía más y en su llanto se gocen. Porque tú, Señor, no eres un hombre de carne y sangre; eres el creador que los hiciste y que los restauras y consuelas.

San Agustín. Confesiones

Comentarios

Entradas populares de este blog

La alegría