Cuando esté

 Cuando esté derecho ante Él y nada torcido haya en mí, y no me desvíe a la derecha ni a la izquierda, sino que habré trazado para mis pies caminos rectos hacia el sol de justicia, caminando intachable en todos sus mandamientos, entonces también Él pondrá su mirada directamente en mí y no habrá desviación ni descuido, y entonces se me devolverán mi luz y mi resplandor, tanto que esta negrura qué hora me echáis en cara, será eliminada en mí, para que merezca también llamarme luz del mundo.

Orígenes. Comentario al cantar de los cantares

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