El hombre más peligroso

El hombre más peligroso del mundo es el contemplativo al que nadie guía. Confía en sus propias visiones. Obedece los atractivos de cualquier voz interior, pero no escucha a los demás. Identifica la voluntad divina con su propio corazón... y la pura fuerza de su propia autoconfianza se comunica a los demás y les da la impresión de que realmente es un santo. Un hombre de estas características puede acabar con toda una ciudad, una orden religiosa o incluso una nación. El mundo está lleno de las cicatrices dejadas en su piel por visionarios de esa clase.
Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

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