Nos hemos callado alguna vez

Nos hemos callado alguna vez, a pesar de las ganas de defendernos, aunque se nos haya tratado injustamente? Hemos perdonado alguna vez, a pesar de no tener por ello ninguna recompensa, y cuando el silencioso perdón el aceptado como evidente? Hemos intentado alguna vez amar a Dios cuando no nos movía una ola de entusiasmo sentimental, cuando uno no puede confundirse con Dios ni confundir con Dios el propio empuje vital, cuando parece que uno va a morir de ese amor, cuando ese amor parece como la muerte y la absoluta negación, cuando parece que sea grita en el vacío y en lo totalmente inaudito, como un salto terrible hacia los sin fondo, cuando todo parece convertirse en inasible y aparentemente absurdo?
 

Si podemos responder afirmativamente a estas preguntas, entonces hemos tenido la experiencia de la Gracia, la experiencia del Espíritu, la experiencia del Dios Trinitario que nos ha tocado con su Santo Espíritu y nos ha hecho capaces de este comportamiento, que de otro modo resultaría extraño para nosotros. Sin embargo, esta gracia no podemos poseerla. Sólo se puede buscar, olvidándose uno de sí mismo. Sólo se puede encontrar buscando a Dios y entregándose a Él con amor desinteresado.

Karl Rahner. Escritos de teología III

Comentarios

Entradas populares de este blog

La alegría