El orgullo
«El orgullo, a causa de su
autosuficiencia, puede hacer equivocarse a todo el mundo, incluido al que lo
tiene, en la medida en que no admite que pueda caer en tentaciones que permitan
al alma remontarse y conocer su propia debilidad e ignorancia... Al no dejar
transparentar ninguna falta, el alma nutre esta única pasión, y ello basta a
los demonios»
«Al no dejar transparentar
ninguna falta»... el hombre de corazón enorgullecido se encuentra en el extremo
contrario de la pureza de corazón: en lugar de ver a Dios, se ve a sí mismo, considerando
se un dios. En lugar de recibir la luz, la quiere engullir y, al hacerlo, se
sumerge, como sucede con los «agujeros negros» del espacio, en la más densa
oscuridad, en la más difícil ignorancia, que es la de creer conocer sin saber
nada y sin amar nada ni a nadie.
Javier Melloni SJ. Los
caminos del corazón: El conocimiento espiritual en la «Filocalia»
Comentarios
Publicar un comentario