Conócete a ti mismo
Nicetas Stéthatos abunda en este sentido: «Conócete a ti
mismo. Tal es la verdadera humildad, la que enseña a ser humilde interiormente,
la que quebranta el corazón». Y Calixto e Ignacio Xanthopouloi escriben: «Feliz
el hombre que conoce su propia debilidad.
Este conocimiento es el fundamento, la raíz, el inicio de toda
bondad. En efecto, cuando se ha experimentado la propia debilidad, el alma
queda protegida de toda posible vanidad, de esa vanidad que oscurece el
conocimiento». Y también: «El hombre que ha conseguido conocer su propia
debilidad, ha alcanzado la perfección de la humildad».
Javier Melloni SJ. Los caminos del corazón: El
conocimiento espiritual en la «Filocalia»
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