Allí donde Dios reina

Allí donde Dios reina de mí, allí donde Cristo habita en mí, hay un espacio de amor y de misericordia. El amor, en este caso, no es un sentimiento que tenga que provocar dentro de mí. No es un sentimiento sino una cualidad del ser. El espacio está lleno del espíritu de Jesús, que es amor, amor divino, una energía, una dimensión del ser, más allá de todo sentimiento. 

No tengo, pues, que esforzarme por suscitar en mi sentimientos; más bien, la palabra, en la que se mueve el espíritu de Jesús, quiere conducirme al misterio sin palabras del silencio dentro de mí. Pero este espacio sin palabras no estás simplemente vacío, sino lleno de la cualidad del amor, del amor de Dios, que no es primariamente un sentimiento, sino una energía que me transforma, que genera una atmósfera de calor y misericordia. 

Anselm Grun OSB . La sabiduría de los padres del desierto

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