Siempre existe el peligro del iluminismo y del falso misticismo, cuando aquellas personas que se dejan influir fácilmente por la imaginación y la emoción toma demasiado en serio los apasionados impulsos que experimentan en la oración, y se imaginan que la voz de su propio sentimiento exaltado es en realidad la voz de Dios. Thomas Merton OSB. Nuevas semillas de contemplación

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