Objetas...

 Objetas ahora que, puesto que nuestro Señor ascendió a su Padre físicamente como Dios y como hombre, la ascensión tiene también para nosotros una lección tanto física como espiritual. A esto he de contestar diciendo que en su ascensión la humanidad de nuestro Señor quedó transformada y que su cuerpo, aunque físico, era un cuerpo inmortal. Había muerto, pero en su resurrección se vistió de inmortalidad. Sabemos que nuestros cuerpos resucitarán también en gloria en el último día. Serán, pues, espiritualizados y tan ágiles como lo es ahora nuestro pensamiento. Arriba o abajo, izquierda o derecha, detrás o delante serán una y la misma cosa, como nos dicen los teólogos. Pero todavía no hemos recibido esta gloria, y por lo mismo sólo podemos subir al cielo de una manera espiritual, que no tiene nada que ver con la dirección de la que hablamos ordinariamente.

La Nube del no saber. Anónimo S. XIV

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