En la vida...

 En la vida interior no debemos tomar nunca nuestras propias experiencias (o la falta de ellas) como norma para otro cualquiera. Quien trabajó duro para llegar a la contemplación y después raras veces goza de la perfección de esta obra, fácilmente puede llevarse a engaño al hablar, pensar o juzgar a otras personas en base a su propia experiencia. En el mismo sentido, el hombre que con frecuencia experimenta las delicias de la contemplación -al parecer, casi siempre que quiere- puede errar si mide a los otros por sí mismo. No pierdas el tiempo en estas comparaciones.

La Nube del no saber. Anónimo S. XIV

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