La mejor de todas

La mejor de todas las cosas es ésta: que el hombre se confíe completamente a Dios, de modo que él, si Dios quiere imponerle una carga, ya sean ignominias, penas o un sufrimiento cualquiera, la acepte con alegría y gratitud, y que el hombre, antes que colocarse él mismo en tal situación, se deje guiar por Dios. Por lo tanto ¡aprendedlo todo gustosamente de Dios y seguidlo, así seréis buenos! Procediendo de este modo también es lícito aceptar honores o comodidades. Mas si a tal hombre le sobrevienen incomodidades y deshonra, que las aguante también y esté dispuesto a hacerlo con gusto. Y por ello pueden comer con pleno derecho quienes estarían igualmente dispuestos a ayunar.

 

Maestro Eckhart. Tratados y sermones

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

La alegría