Entrégate...

Entrégate totalmente a Dios con todas las cosas y luego no te aflijas por lo que Él hace con lo suyo. Miles de hombres han muerto y están en el cielo sin haberse desprendido nunca de su voluntad con cabal perfección. Una voluntad perfecta y verdadera sería sólo aquella con la cual uno se hubiera entregado íntegramente a la voluntad de Dios, careciendo de propia voluntad: y quien haya logrado más a este respecto, será colocado en mayor medida y más verdaderamente en Dios. Ah sí, un avemaría pronunciado con tal disposición de ánimo, en la cual el hombre se despoja de sí mismo, es más útil que mil salterios leídos sin ella; sí, [dar] un paso con esta disposición, sería mejor que cruzar el mar careciendo de ella.

Maestro Eckhart. Tratados y sermones

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