En la oración sacamos la antorcha
En la oración sacamos la antorcha de la
conciencia fuera de nosotros, y eso significa fuera del análisis egocéntrico de
nuestra propia insignificancia. "Si los recuerdos de acciones pasadas
continúan viniendo entre tú y Dios -dice el autor de La nube del no
saber-, tienes que pasar por sobre ellos resueltamente, por tu profundo amor
por Dios". En la oración llegamos a una conciencia más profunda de
Dios en Cristo. Nuestro camino es el camino del silencio. El camino hacia el
silencio es el camino de la oración.
La nube del no saber nos advierte: "Y
no reces con muchas palabras, sino con una pequeña palabra de una sola sílaba.
Fija esta palabra firmemente en tu corazón, de manera que esté siempre
allí, ocurra lo que ocurra. Con esta palabra suprimirás todos los
pensamientos".
El abad Chapman, en su famosa carta de
Michaelmas de 1920 desde Downside, describe el uso simple y fiel de la oración,
que él mismo había descubierto a partir de su valiente perseverancia en la
oración, antes que de los maestros. Él redescubrió una simple y duradera
tradición de oración que entró en Occidente a través del monacato, y fue
conocida dentro del monacato occidental a través de Juan Casiano a
fines del siglo IV. El mismo Casiano lo recibió de hombres santos del desierto,
que a su vez ubicaban su origen más allá de la memoria viva de los tiempos
apostólicos.
John Main OSB. Silencio y quietud
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